Parte 5
Anthony estuvo durante días buscando en
Venecia al espectro, pero no lo localizó, deseaba con todas sus fuerzas que le
hubiese ocurrido algo, que desapareciera de la faz de la tierra; ahora empezaba
a ser consciente de error que podía haber cometido al crear tal ser. Al cabo de
unos días recibió una llamada de teléfono de su esposa Ana, le da una fatídica
noticia: -han asesinado en Madrid a su
amigo y compañero Ángel. Al escuchar esto a Antony le embargó una gran tristeza,
una impotencia que no podía soportar.
¡su compañero y amigo¡ tan joven!. ¡muerto! Pero que desgracia¡. ¿cómo pudo
ser? ¿por qué Ángel? Se preguntaba. Ana le dijo que según informes de la
Policía, Ángel se encontraba en el aeropuerto de Madrid esperando el último
vuelo que venía de Noruega en el que
viajaba a su novia Alicia, habían quedado verse para pasar el fin de semana en
esta ciudad y después ir a Roma, La Policía
cree que fue atacado por un hombre que debió intentar robarle, hubo un forcejeo entre
ambos y le dio un fuerte golpe en la cabeza muriendo en el acto.
Se traslada en avión a Madrid, allí se encuentra con la
familia de Ángel estaba destrozada de dolor, para Alicia no hay consuelo, fue
la primera en saber la noticia y reconocer el cadáver, todos lloran su gran la
perdida.
Anthony tiene la intuición de
que el asesino no ha sido un ladrón como piensa la policía, sino la criatura. Después del entierro ya por la
tarde noche decide dar un paseo para poder pensar tranquilo por el Parque del
Retiro, cuando era estudiante le gustaba mucho este parque, observar los
monumentos, la vegetación, deambular por los múltiples caminos y veredas, y
sobre todo la hermosura del gran estanque central, también quedaba con sus
amigos para jugar Pokemon
Go, estando absorto en estos pensamientos de repente vio una sombra detrás de el Palacio de Cristal, pudo
distinguir por su silueta que era el engendro,
se dirigió al él, pero éste
desapareció a toda velocidad, entonces ya estuvo convencido que el asesino de Ángel
no era otro que la bestia inmunda que él había creado, no podía con el
remordimiento , el dolor y el arrepentimiento que le causaba. ¡pobre amigo mío!
¡que desgracia tan grande! Se lamentaba Anthony. Le invadió una tristeza y rabia
por ser el creador de monstruo asesino, no podía perdonárselo. Temía que el
engendro cometiese alguna muerte más. Su misión ahora consistía ahora en
detenerle.
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